Murmullo del silencio
Murmullo del silencio
Hay obras literarias que capturan en un verso todo el sentimiento del artista en un instante florido que no se lo quiere olvidar jamás, compartiendo con otros su universo particular, invitándonos a soñar en otras atmósferas y momentos para nutrir nuestra mente de mundos posibles, como es el poemario Murmullo del silencio de Javier Peñoñori.
En los poemas de Murmullo del silencio el artista rescata las raíces de cada sentimiento que lo asalta durante el desarrollo de su vida diaria, principalmente en el ferrocarril. Sea en la mañana en que sale a laborar, sea en la tarde en que regresa a casa, sea en las noches en que tiene que viajar a desempeñar su oficio, cada latido de su alma lo embellece con su forma de ver la realidad argentina, en la que manifiesta el profundo conocimiento que tiene de su tierra y lo da a conocer en cada uno de sus poemas, adentrando al lector en la vida provincial argentina.
Desde el primer poema hasta el último, el poeta en cada verso nos hace sentir que vamos en su mismo ferrocarril y atravesamos las extensas pampas o los pueblos internos de Argentina, alejándonos por extensos minutos de la cosmopolita ciudad de Buenos Aires. El poeta va ubicando la atmósfera en la que se mueve el ferrocarril y lo que él siente dentro del vagón en el que viaja, los paisajes que contempla, destacando sus particularidades, sus peculiaridades y la relación que establece con su vida interna.
El poemario empieza con la delimitación que el poeta establece entre la vida provincial y la citadina, manifestando esos cambios de ambiente y sentimiento entre esas dos realidades, expresando el sentimiento que tiene al estar en otro ambiente al provincial y cómo esos recuerdos lo acompañan a lo largo de sus viajes como un amuleto con la tierra de la argentina profunda. Cada cambio de escenario lo resalta con vena artística, desde el viento que corre cuando el ferrocarril está en marcha y siente que se estrellara con su rostro, destacando la importancia que tiene para la música, a la cual el artista le agrega palabras y relaciona el canto de los pájaros con los colores de la realidad que contempla desde el ferrocarril. El sirirí, la golondrina, el vencejo y el cóndor son las aves latinoamericanas en las que el poeta simboliza las variadas atmósferas por las que transita, sea a lo largo de Argentina, por otros países latinoamericanos o por Europa. Estas aves, una ribereña, otra migratoria constante, otra veloz en su vuelo y la otra que vuela por la cordillera de los andes, son una zooforma moldeada de acuerdo a los lugares que visita el poeta.
De esta manera al entrar en este poemario podemos dejar que nuestra imaginación se transporte hacia otros escenarios, diferentes o parecidos al nuestro, deleitándonos por la descripción artística que su autor nos hace del paisaje y de su sentimiento como ser humano.
Lic. Noé Rodríguez Valdéz
Doctorado de Filología
Universidad de Salamanca – España .
Prólogo de Murmullo del silencio – libro de poemas