Amanece (en mi pueblo)
Amanece (en mi pueblo)
San Pedro Bs. As.
Allá en el este, sobre las islas, la noche extiende su último lienzo oscuro.
Un dragón comienza a levantar la cabeza, abre los ojos, despierta. Se asoma, abre su enorme bocaza echando fuego.
En cada suspiro exhala rojas llamaradas. Se iban extendiendo a medida que agitaba su lengua larga y apoyaba sus enormes alas verdes confundidas con las crestas de las arboledas. Bandadas de pájaros, saludaban alegres desde sus nidos y aleteando lanzaban su canto al aire.
La mañana abría sus parpados un incendio que no quema, magia en rojo, pinceladas en la cima de la espesura verde sobre el agua.
Enorme incendio, llamaradas de gracia crecían en la profundidad del aquel lienzo y el fuego rojo desplazaba la penumbra. Sus lengüetazos encendidos se inclinaban sobre las crestas de los eucaliptus, sauces y enredaderas.
Incendio que se erguía ondulante entre el intenso amarillo solar buscando las alturas.
¿Era una pintura de Frederic Church? la rosada niebla del amanecer la gama de colores rojizo, amarillo, enmarcando la vista del horizonte, mientras que uno de los árboles, situado delante del sol, matiza la potencia de éste sobre la pintura.
¿Era la luz onírica de este increíble amanecer?
La lumbre envolviendo árboles, pájaros, algunas nubes y el espejo del rio. Un abrazo de la luz y lo sublime que se iba amaneciendo. Serenamente la belleza explotaba, un nuevo día se encendía.
Javier Peñoñori abril 2023 “Poemas inéditos”
Foto: Veronica Farabollini