Guitarrista argentino por el mundo
Guitarrista argentino por el mundo
Por Héctor García Martínez
Recientemente llegado de una gira por Ecuador, que duró veinticinco días, anduvo dando a conocer la música argentina en la provincia de Chimborazo, Ambato, Riobamba, y Tungurahua
Se trata de uno de los tantos argentinos de los últimos tiempos, que trascienden las fronteras nacionales, prestigiando con su arte virtuoso.
Lamentablemente en nuestro propio medio roza en el anonimato.
Los méritos musicales de Javier Peñoñori se proyectan en la interpretación guitarrística y la composición. Se extienden a la literatura.
Como intérprete y compositor sus condiciones creadoras están registradas en varios discos compactos. El último “Murmullos de Silencio” contiene 12 temas, con obras propias, de Atahualpa Yupanqui, Abel Fleury.
También es autor de un libro de poesías, que lleva el mismo título del mencionado CD y acompaña al mismo.
“El Relajao” (gato) “Surera” (milonga) “Nocturno”, son algunas obras de su inspiración.
Trayectoria de un artista
Peñoñori, es bonaerense de pura cepa, en su forma de ser e interpretar la guitarra.
Nació en San Pedro, a orillas del Paraná, en los años 60.
Pese al tiempo que lleva fuera del pago natal mantiene su provincianía, el ritmo de la gran cosmópolis porteña no alteró su forma de ser, sencillo, de hablar pausado, sin estridencias, reflejo de una paz interior propia del paisano de la llanura que vive en función de su tierra, sin el apuro del tiempo.
En la adolescencia se radicó en Buenos Aires, para cursar estudios universitarios y continuar la actividad musical.
La pasión por la guitarra comenzó en la infancia, jugando con la mandolina del abuelo, con ella tejía sus sueños de músico, acrecentados escuchando por radio a Atahualpa Yupanqui, Falú, Los Fronterizos, a un pianista polaco Víctor Malcucinsky y a Andrés Segovia, cuanto actuó en el Teatro Colon.
Su madre, pianista y maestra normal, lo puso en contacto con los escenarios haciéndolo participar desde niño en los actos escolares, durante la celebración de las fiestas patrias.
A los 6 años dio el primer concierto en la Biblioteca Rafael Obligado de San Pedro.
Varias veces participó el en Festival del Folklore de Baradero, cerca de San Pedro.
Radicado en Buenos Aires, ingresa en la Facultad de Ciencias Exactas y continua con la música, actuando en el Aula Magna de esa facultad y de otras universidades capitalinas.
Con el tiempo ofreció conciertos en Bolivia y Perú. Luego hizo giras por Tucumán, participando en aquella zona en homenajes realizados a Atahualpa Yupanqui.
En 1997 y 1998 recorrió parte de Europa: Madrid, Barcelona ,País Vasco, República Checa, conoció geografías, gentes, usos, costumbres, etc.
Sobre esto comentaba: “Uno se enriquece cuando viaja, tiene la oportunidad de ver, comparar. percibir a la distancia la riqueza de nuestra Argentina”.
En Europa difundió temas de Astor Piazzola, composiciones propias, de Yupanqui, Fleury, algo del paraguayo Agustín Barrios.
Yupanqui – según manifiesta – es conocido en el España y el País Vasco.
Sobre Fleury sostiene; “En algunos lugares es conocido, me llamó la atención que se lo conociera en los países del Este, como Praga y en academias de la ex Unión Soviética donde “Estilo Pampeano” es obligatorio en conservatorios de la región
Ultimamente, regreso de una gira por Ecuador, duró veinticinco días y fue organizada por el Ministerio de Cultura de Ecuador.
Uno de los recuerdos mas gratos que conserva es la participación que tuvo en el ” XIII Encuentro Internacional de Guitarra desde Los Andes”, realizado en el Teatro Carrión de Riobamba.
“Concurrieron guitarristas de Europa, Perú, Ecuador, Argentina. El repertorio de estos intérpretes, tanto europeos, como ecuatorianos, menos el mío, estaban integrados por obras de Bach, Villalobos, Tárrega, Albeniz. Lo mío, no, interpreté música de Yupanqui, Fleury, temas míos, algo del paraguayo Agustín Barrios.
“La reacción del público como la de los colegas fue muy positiva. Me dejó muy satisfecho”, dijo.
Las primeras actuaciones fueron en la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión de Riobamba, provincia de Chimborazo, situada en un valle lleno de volcanes.
Después pasó a Ambato capital de Tungurahua, allí ofreció un concierto en la Casa Nueva de la Cultura Núcleo.
En la Escuela del Milenio situada al pie de un cerro, también se escuchó el discurso sonoro de Peñoñori.
Donde se presentó recibió reconocimientos, aplausos, elogios. Parte de los cuales registró la prensa ecuatoriana, diarios: Los Andes, La Prensa, El Heraldo, El Comercial.
Algunas presentaciones fueron compartidas con elencos de la Casa Nueva de la Cultura Nucelo. Luego continuó con presentaciones en radio y canales ecuatorianos: FM 106.5 Tungurahua, AM 910 Riobamba y Canal TV Ecuador de Riobamba, entre otros.
Las giras de Javier por Perú, Bolivia, Ecuador, Europa y Japón, fueron declaradas de Interés Cultural por el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto y la Cancillería Argentina.
La guitarra de Peñoñori no descansa, su vena creativa en lo musical y poético le sugieren nuevos temas. Y así continua por el país y el mundo prestigiando el nombre de Argentina.
Esta nota va a modo de reconocimiento y homenaje con la esperanza de que en un futuro no lejano el país sepa, como decía Yupanqui, “que por aquí paso un argentino”
Nota de Redacción:
A través de Héctor García Martínez, un estudiosos de don Abel Fleury, pudimos conocer a Javier Peñóñori, quien tiene familiares indirectos en nuestra ciudad, como nos confirmara Héctor Peñoñori (El Negro), ya que desciende de una de las tres ramas Peñóñori llegadas al país.